Prueba superada

Como dice el título del post, la prueba de esfuerzo del jueves pasado fue totalmente normal o lo que es lo mimo, dentro de las limitaciones que tiene un servidor, no estamos estropeados del todo.

Para detallaros un poco como funciona y por si os puede interesar, relato el como fue:

Solo llegar a las 8 de la mañana, pinchazito y extracción de sangre para hacer una analítica completa. Acto seguido me toman el peso, estatura y la presión, además de dos electros, el primero en versión reducida, y al comentarle al doctor las lecturas extrañas del pulsómetro decide hacer otro mas extenso. Ese mismo médico me hace un reconocimiento completo.

Todo esto solo para descartar cualquier anomalía que impidiera realizar la prueba de esfuerzo, además de tener la analítica de sangre.

Aprobada esta parte, me autorizan a comer algo y dirigirme a la zona donde haré la prueba.

Cuando llego, cambio de ropa y a prepararme para correr. Lo primero que me hacen es la antropometría, que consiste en medirte un montón de partes del cuerpo para determinar las proporciones que tienes de grasa, músculo y demás. Las mediciones son de lo mas extensas, para mencionar solo algunas, talla, peso, largo de brazos, piernas, perímetro de muslos, nalgas, biceps en reposo y tensos, un montón de plieges(también conocidos como michelines) y alrededor de unas 50 variables distintas aproximadamente. Según me contó la enfermera que tomaba medidas, todos estos datos introducidos en un programa son los que te dan con una altísima fiabilidad los porcentajes de lo que estás hecho.

Después de la antropometría, me dirijo a hacer una espirometría. Para los que no conozcáis en que consiste esta, no es mas que el cálculo de la capacidad pulmonar bajo dos premisas: la capacidad de emisión de aire en un primer soplido y que volumen eres capaz de sacar de los pulmones después de ese primer soplido. De esta prueba ya había hecho muchas, ya que soy asmático, pero a pesar de eso, los resultados que me dieron fueron muy buenos: 110% de "potencia de salida" y 97% de volumen expulsado. Estos porcentajes son expresados sobre la media de la población.

Superado esto, vamos a lo que propiamente es la prueba de esfuerzo. Me enseñan la cinta sobre la que correré, que es enorme. Para que os hagáis una idea, algo mas que una vez y media una cinta normal de gimnasio y con una estructura totalmente móvil mediante unos motores para simular las pendientes deseadas, ya sean de subida o de bajada. Regulan una pendiente fija del 3% para toda la prueba y empiezan a monitorizarme... Me colocan un pulsómetro Polar, un montón de electrodos como los del electrocardiograma de primera hora de la mañana, me enfundan en una venda tipo malla para que no se muevan los electrodos, y me explican como se desarrollará todo:

Se iniciará con la cinta rodando a 6 Km/h. que es lo mismo que caminar a paso ligero. cada minuto se incrementará la velocidad en 1 km. y así hasta que yo pueda. Según ellos la prueba durará hasta que yo no pueda correr mas, momento en el que me agarraré a las barras laterales para parar.

Por último me colocan la máscara en la boca/nariz para controlar el consumo de oxígeno y la emisión de CO2 . Esta parte fue la mas engorrosa, ya que la sensación de llevar la máscara es muy desagradable, y no es algo a lo que estemos acostumbrados.

Con todo esto entendido y el disfraz puesto empieza a rodar la cinta. El primer minuto andando, el segundo todavía ando, pero en el tercero ya tengo que trotar. Cada minuto un poco mas, sin haber calentado y tanto el médico como la enfermera animándome como si estuviera en una fina olímpica. Imagino que mas de uno se les desinfla a medias y de ahí eso esos ánimos, si no no me lo explico.

Llegué hasta 15 km/h., y no porque no pudiera aguantar mas, sino por que el Dr. decidió que no valía la pena seguir aumentando. Me quedé un poco decepcionado por que no me lo esperaba, pero después de recuperar me explicaron el porque.

La recuperación perfecta. En dos minutos parado o andando muy lento me puse a 105 ppm. lo que está considerado dentro de la normalidad.

Después de esto, una breve explicación del porqué me hicieron parar: Al existir a medición de los gases, consumo de O2 y emisión de CO2, tienen el control de en que momento se llega al umbral anaeróbico, con lo que tampoco es necesario llegar a conocer a cuantas pulsaciones puede llegar tu corazón, sino que con esos datos ya pueden darte una extensa información de cuales son tus zonas de trabajo y a que ritmos debes entrenar para cada objetivo, ya que cuando la emisión de CO2 supera el consumo de O2 es el punto en el que empiezas a producir ácidos. Todo esto visualizado en múltiples gráficas con todas las variables. Además el Dr. que me hizo la prueba y con el que hablé un rato al terminar, me comentó que con toda esa información y con los cálculos necesarios, es relativamente fácil establecer cuales son tus límites de tiempo en cada una de las carreras en las que quieras participar, ya sean 10.00, medias o maratones. Eso si, siempre que las cargas de km. las hayas hecho correctamente, llegues preparado, y el recorrido, climatología y altimetría sean bastante estables. Una conversación de lo mas interesante.

Ahora solo me queda esperar que me remitan los resultados y todas las conclusiones y valores para adaptarlas a mis entrenos. Lo mejor de todo es que descartaron cualquier anomalía tanto en el esfuerzo como en la recuperación.

Por la tarde, para celebrarlo me fui a correr, marcándome 12 km. por Vilanova a ritmo alegre. Este fin de semana y para variar un poco, he modificado la tirada larga del domingo cambiándola por dos salidas algo mas cortas. 20 km. el sábado a 5:35 y 19 km. el domingo al mismo ritmo. He hecho mas carga de km. pero repartido en dos días. No se cual de las dos opciones es mas sensata, útil y válida. Con ellas he acumulado un total semanas de 63 km. en 4 salidas de 12, 12, 20 y 19 km. Tengo poco tiempo, pero aun puedo salir a correr.

Un saludo.